Mari&Marianna

Sucede que están 2 amigas hablando. Una de ellas se llama Mari y la otra Mariana. La cosa va más o menos así: Mariana: ¿me cuentas un cuento? Mari: está bien: Había una vez una bella y hermosa princesa que se llamaba Avellana. Mariana: ¿Avellana? Chale, yo pensé que “Apple” era una locura. Mari: Avellana fue nombrada así porque fue procreada debajo de un árbol del cuál se alimentaban las Ardillas. Ahora, calla. Avellana vivía en Madrid, Roma junto con su Sra. Madre Nuez y Sr. Padre Ardillo. Ellos vivían muy muy muy felices en su castillo hecho de estiércol y moho. Mariana: ¿Por qué tenían un castillo? Mari: Pues porque Nuez y Ardillo eran los reyes de Nueva Esparoma, título obtenido a la muerte del Rey Carnudo por ser los mejores ciudadanos de esa localidad. Ahora déjame contar mi cuento. Todo era luz y color de rosa en Nueva Esparoma hasta que un dia –¡QUÉ DÍA!- Avellana conoció a un joven, bello y guapo jóven con un rostro enmarcado en unos lentes DKNY que se llamaba Maíz... Mariana: Aaah, se llamaba Maíz porque fue procreado en un campo de maíz, ¿no? Mari: No, fue llamado Maíz porque sus padres no tenían mucho cerebro… Bueno, Maíz y Avellana se miraron mutuamente ambos dos y en eso llegó Cupido medio borracho y los flechó… Pero lo que Avellana no sabía era... el súper ultra secreto de Maíz... Maíz pensaba día a día para sí mismo: “No tiene por qué saberlo… es el amor de mi vida, no cabe duda… no vale la pena echar a perder algo tan mágico como lo que Avellana y yo tenemos por un secreto insignificante” Comenzaron a salir; y día a día se enamoraban más y más y más... Hasta que en una noche de locura y pasión y muchísimas copas de más tuvieron “setsual rilaishons”, o sease que tiraron y tiraron y follaron y follaron... y Avellana quedó en estado! Maíz no sabía qué hacer… Avellana tampoco. Deshonraría a sus padres, a su reino, a sí misma…Maíz decidió hacerse responsable de su calentura y ambos juntos los 2 decidieron tener al bebé. Escaparon del castillo de moho por la ventana, pero como Maíz era un inútil, tiró de la cuerda muy fuerte y Avellana se cayó y rompió fuentes. Acto seguido, nació el engendro del mal. Era un bebé hermoso. Parecía príncipe de terciopelo, con unos ojos color café caca, cabello morado y un gran pilín como el de su Sr. Padre Maíz. Pasados 10 años, Don Maíz enfermó; pero antes de morir decidió revelarle a Avellana su gran secreto; el cual había guardado durante años... llamó a Avellana y dijo: A… Ave… Aveshana… ((era Argentino el cabrón)) tengo que… confesarte una cosa… un… un secretito… mi secretito… bueno, sin el ito, un gran… gra… gr… secr… se-cre-to... Verás, che... Beeeeeeeeeeeeeeeeeeeee… el corazón de Maíz dejó delatir y no pudo proseguir contando su secreto. Avellana se suicidó y su hijo también. FIN. Mariana: ¿Y la moraleja? Mari: Ah, chingao… ¿querías moraleja? bueno, "NO COMPREN COSAS PIRATAS. NO JUEGUEN EN LA CALLE. NO USEN DROGAS. NO SE PROSTITUYAN." Mariana: NO ME ROMPÁ LAS PELOOOTAS! Carajo, María... ¿Qué sos vos, Dios? ¡¿Qué con esa moraleeeja, che?!

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Pero Mari sabe que la amo, ja. MARI, NO ME ROMPÁ LAS PELOOOTAS! JAJAJAJA

mari*marianna <3>

((pero tu hombre no tiene que saber! jaja))